Administración vs. Administración de Proyectos

Todas las organizaciones, independientemente de su dedicación y enfoque, cuentan con actividades operativas relacionadas con sus funciones diarias que son necesarias para administrar la venta y producción de sus bienes y servicios. Estas actividades administrativas se caracterizan por:

→ Ser continuas y consistentes, sin necesariamente contar con una fecha determinada de inicio y fin;

→ Contar con una periodicidad regular;

→ Estar directamente relacionadas con el objetivo de la empresa; y

→ No requerir apoyo externo de la organización para realizarse.

La principal característica de la Administración de Proyectos es, como indica su nombre, su aplicabilidad a proyectos, los cuales cuentan por naturaleza con un tiempo limitado de ejecución y objetivos claros y específicos. Toda organización lleva a cabo proyectos, tanto internos como externos, en un momento dado.

Para gestionar efectivamente dichos proyectos, se requiere la optimización de recursos y mantener el enfoque de los existentes en las actividades operativas claves de la organización, las cuales no deben descuidarse.

La Administración de Proyectos puede ser considerada como la aplicación de conocimiento, habilidades, herramientas y prácticas para lograr ejecutar efectivamente un proyecto, con objetivos claros y definidos en un tiempo limitado.

Es importante considerar los conocimientos y las capacidades técnicas que requiere el equipo al ejecutar un proyecto en particular, ya que será el responsable de garantizar el cumplimiento de los objetivos trazados por la organización. Cuando estos conocimientos y habilidades difieren de las actividades claves de la organización, o la implementación del proyecto rebasa los recursos actuales disponibles de la empresa resulta sensato recurrir a un Administrador de Proyectos externo para suplementar su ejecución.